sábado, 31 de enero de 2015

GLADIO: Tras la falsa bandera del terrorismo



Este documental es imprescindible para comprender los sucesos actuales. Presta atención a cada cosa que se revela porque son alucinantes. Sustituye Comunismo por Islamismo y ya tienes la ecuación completa.

Fuente: javifiesta

¿Cuál es el verdadero propósito de la misión ORION?

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Todos recordáis la era de los transbordadores espaciales, el Columbia, El Challenger, Discovery, Atlantis y el Endeavour, aquellos enormes artefactos que desde los años 80 transportaban en sus bodegas innumerables satélites como Hubble.
Aquella etapa terminó, NASA considera que es económicamente poco rentable mantener esa vieja cohetería y es por ello que en fechas recientes se ha probado el nuevo sistema llamado ORION.
Los viejos transbordadores habían llegado como mucho a poco más de 400 Km, lo extraño es que este nuevo ORION ha sido lanzado sin tripulación a una distancia de 5.800 Km, según la NASA, para probar la resistencia de la instrumentación a los cinturones de radiación.
Los cinturones de Radiación están situados a una distancia de entre 1000 Km y 41.000 km, nos preguntamos ¿Por qué NASA prueba este moderno cohete en una zona que presuntamente atravesaron las misiones Apollo en los años 60 y 70?.
En las viejas misiones Apollo, los aislamientos de las naves y de la electrónica era muy inferiores a los actuales, si presuntamente les funcionó hace 45 años… ¿Qué están probando?… o acaso ¿las misiones Apollo nunca llegaron a la Luna?.
Los satélites se suelen colocar en orbitas que oscilan de entre 100 y 400 Km, la estación espacial internacional, está colocada a unos 400 Km… ¿Por qué mandan al nuevo ORION a 5.800 Km para probar su resistencia a los cinturones Van Allen?.
quehacambiado
La misión tripulada de los transbordadores que más cerca estuvo de los cinturones, se quedó a cientos de Km del comienzo de los mismos y los astronautas informaron de enormes anomalías oculares, curiosamente, las misiones Apollo atravesaron 18 veces esos cinturones y nunca informaron de ninguna anomalía física u ocular… o… ¿acaso nunca fueron a la Luna y todo fue un montaje para ganar la llamada carrera espacial?, quizás una forma de decirle al mundo que su tecnología era la más puntera…
Es curioso que este nuevo ORION nos recuerda enormemente a los módulos de los años 70, y es que incluso aterriza con paracaídas sobre el mar como lo hacían aquellos módulos Viking de los 60…

EL PULPO DEL FRACKING ACECHA

EL PULPO DEL FRACKING ACECHA

Una revolución productiva en las formas de extracción de combustibles fósiles, léase petróleo y gas, está teniendo lugar desde hace algunos años principalmente en América del Norte y, como se ha de suponer, ha causado euforia en los círculos empresariales y políticos, que vislumbran una menor dependencia del petroleo de otras regiones y una gran oportunidad de nuevos negocios.
La irrupción de la técnica de la fracturación hidraúlica, conocida comúnmente por su nombre en inglés, fracking , ha provocado también una euforia de manifestaciones.

Fracking es una contracción de varias palabras, slickwater hydraulic fracturing . En efecto, es la fracturación hidráulica por agua enriquecida de las rocas impermeables, tipo esquistos, de las cuales se obtiene gas o petróleo. Es una inyección de agua con arena, mezcladas con varios químicos a presiones muy altas. Se dice que a unas setenta atmósferas, según señala una publicación del Senado de México, donde se han comenzado a debatir los impactos de esta nueva manera de extraer gas y petróleo de fuentes no convencionales.
Pero han sido los ciudadanos organizados quienes han levantado voces de alarma: desde pueblos indígenas de Canadá, que lo han declarado como un acto de guerra, a comunidades mapuches de Argentina, que resisten el comienzo del fracking en los pozos de Neuquén. En Chile, las alarmas fueron encendidas hace un par de años con la propuesta de un terminal gasífero en la bahía de Concepción y una enorme termoeléctrica en la comuna de Bulnes.
El nuevo terminal de regasificación Octopus de Concepción y otros en la región de Quintero y Antofagasta se aprestan a recibir las primeras exportaciones de shale gas , gas esquisto, desde EE.UU., luego de haberse firmado contratos tras la reciente visita de la presidenta Bachelet y su ministro de Energía a ese país. Pero los planes de traer gas de esquisto desde Estados Unidos y montar toda la infraestructura necesaria a través del país vienen de mucho antes, y se concretizaron durante la visita del presidente Obama a su homólogo chileno, Sebastián Piñera, en 2011.
Pero el gas de esquisto no sólo sería importado: con bastante sigilo, se comenzó este año a producir gas de esquisto en pozos de Enap en Magallanes. Todo esto en medio de un creciente cuestionamiento de las nuevas técnicas de extracción, tanto por sus impactos ambientales y sociales sobre las comunidades locales, como por lo que significan en términos de calentamiento global.
INDIOS Y VAQUEROS
Y éstos, ¿qué tendrán que ver con el fracking ? Este es el nombre que tiene una coalición ciudadana de comunidades indígenas y campesinos tradicionales de EEUU y Canadá, que se conformó para luchar contra el oleoducto Keystone XL de la canadiense TransCanada Corp. que cruzaría desde la provincia de Alberta, en Canadá, hasta la costa oeste del Estado sureño de Texas: una distancia de unos 3.200 kilómetros.
El oleoducto, para transportar crudo arenoso ( tar sands ), o sea petróleo extraído a través de la técnica del fracking , ha tenido un serio revés. El 18 de noviembre el Senado de Estados Unidos votó rechazar el oleoducto, culminando un proceso de movilización ciudadana de varios años que incluyó acciones de desobediencia civil, como la de 2011 en que 1.200 personas fueron arrestadas en las afueras de la Casa Blanca. Entre ellas estaba James Hansen, ex alto funcionario de la Nasa, quien decía a la prensa estadounidense que “si Canadá sigue adelante y nosotros no hacemos nada, se habrá acabado el juego para el clima”. El norteamericano fue arrestado junto a muchos otros/as, como la célebre periodista canadiense Naomi Klein, conocida por libros como Doctrina del Shock en que plantea cómo los cambios económicos llevados a cabo con el golpe militar de 1973 en Chile crearon una tendencia mundial a imponer por la violencia los cambios económicos. El útimo libro de Klein se llama Esto cambia todo: El capitalismo contra el clima .
Para Klein las nuevas técnicas de extracción de gas y petróleo son un ejemplo de lo que no debe hacerse: “Cuando estás en un hoyo, no sigues ahondándolo. Necesitamos alejarnos de energías extremas. No podemos seguir haciendo las cosas que precisamente están en el corazón de esta crisis. Sí necesitamos transitar hacia energías renovables, pero también necesitamos simultáneamente parar la extracción de fuentes de mucho carbón”, decía la periodista en el programa Democracy Now.
Pero los cuestionamientos del fracking no son sólo por sus impactos globales sobre el cambio climático del planeta, sino también por sus impactos ambientales en las comunidades locales.
El mismo día en que las elecciones legislativas de Estados Unidos asestaban un duro golpe a los demócratas en ambas Cámaras del Congreso, la ciudad de Denton, en el Estado de Texas, aprobaba una iniciativa ciudadana que prohibió el fracking . Prohibición simbólica por ser en el principal Estado productor de petróleo del país del norte y una localidad cercana al lugar desde donde se pretende a exportar gas de esquisto hacia Chile: “Denton, Texas, es donde se inventó la fracturación hidráulica. Si este lugar, no puede vivir con la fracturación, entonces, ¿quién puede?”, declaraba a la agencia Reuters, Bruce Baizel, del grupo Earthworks.
La localidad tejana no es el primer lugar donde hay moratorias o llanamente se prohíbe la práctica de la fracturación. Lo han hecho docenas de condados en Estados Unidos e incluso países enteros, como ha sido el caso de Francia, Bulgaria y Sudáfrica, ya que los impactos ambientales y sociales de esta nueva técnica de producción no serían menores.
Según un documento elaborado por la sección española del grupo ecologista Greenpeace, el proceso de fractura hidráulica “conlleva una serie de impactos ambientales, algunos de los cuales aún no están plenamente caracterizados o comprendidos, entre ellos contaminación de las aguas subterráneas, contaminación atmosférica, emisión de gases de efecto invernadero (metano), terremotos (sismicidad inducida), contaminación acústica e impactos paisajísticos. Además se debe tener en cuenta el tráfico de camiones para transportar el gas extraído, el consumo de agua y la ocupación del territorio”, señala Greenpeace.
Los proyectos de producción y distribución de petróleo y gas producidos por fracturación se expanden por América Latina. A pesar del creciente cuestionamiento a las técnicas del fracking , Chile no sólo estaría importando gas de esquisto, sino montando una infraestructura propia para producir, procesar y distribuir este gas. L os actores se repiten. Si bien el oleoducto Keystone XL ha sido detenido en América del Norte, sus propietarios, la canadiense TransCanada Corp, son dueños del 30% del gasoducto del Pacífico que, de concretarse el proyecto Octopus de Concepción, llevaría el gas a la termoeléctrica de Bulnes. Y Cheniere, dueños del terminal gasífero de Sabina Pass, en EE.UU., es uno de los inversionistas de Octopus.
EL EFICAZ LOBBY DE LOS NORTEAMERCIANOS
La importación de gas de esquisto desde EEUU y la producción propia usando la tecnología del fracking no es una novedad para nuestro país. De hecho fue producto de una planificada estrategia del gobierno de EEUU, junto a su embajada en Santiago y a la principal asociación de empresarios de ese país con intereses en Chile, AmCham, la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio. Esta organización empresarial lideró la creación del Consejo de Energía Chile-EEUU a mediados de 2011 “como respuesta a una decisión política de los presidentes Piñera y Obama”, según señalan en una publicación. La misión del Consejo era primeramemente “potenciar las oportunidades de negocios del sector privado, tanto en Chile como en EEUU”, junto a la promoción de energías limpias, eficiencia y desarrollo sustentable.
Es así como se organizó, en julio de 2013, una misión a Pennsylvania para explorar el gas de esquisto y se constituyó un grupo para promover el uso de este gas en el Consejo de Energía. A mediados de 2014 entregó recomendaciones al gobierno chileno y se planteó, en el capítulo de gas de esquisto, “f omentar la incorporación de nuevas tecnologías, de origen estadounidense, que permitan un uso más eficiente de la energía y una expansión del gas natural a nivel local”. Agregaba entre sus planes de acción “difundir y promover las ventajas que traería para Chile acceder al shale gas de Estados Unidos y sus posibilidades de utilización en el mercado energético local”. En esa sección, el Consejo de Energía Chile-EEUU tiene la sensatez de explicitar algo que debiese ser obvio: “...Es importante reconocer que el gas podría llegar al país desde diferentes fuentes, tales como Canadá y México, en forma de GNL, como también a través de gasoductos provenientes de países vecinos”.
De hecho existe el proyecto Anillo Energético Sudamericano que consistiría en “formar una red de gasoductos interconectados que permitan el comercio de gas natural entre los países del Cono Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay)”. Según un estudio de la Universidad Católica de Santiago “el proyecto fue propuesto por Chile el año 2005 ante el descubrimiento de los yacimientos de gas de Camisea, en Perú”.
No sabemos qué ha sucedido con el Anillo Energético. Lo que sabemos en parte, ya que Enap no ha querido entregar detalles precisos, es que, con posterioridad a la visita del ministro de Energía, Máximo Pacheco, a EEUU en junio pasado, se firmaron una serie de acuerdos de cooperación, entre los que están el apoyo tecnológico para los proyectos de fracturación que -lejos del ojo público- desde comienzos de este año están en etapa de producción en cuatro pozos de Enap en Magallanes.
EL PULPO QUE ACECHA A CONCEPCION
Hay dos teorías sobre el origen del nombre “Octopus” (pulpo), denominación original del proyecto que se pretende implementar en la zona sur del país y que ahora ha sido rebautizado, o más bien blanqueado, con el nombre de Biobio Genera. Una teoría es que sería el sobrenombre de uno de los socios chilenos del proyecto chileno-estadounidense. La iniciativa, que involucra la construcción de un terminal marítimo de regasificación flotante y una enorme termoeléctrica en Bulnes, es propiedad de un consorcio entre las empresas estadounidenses Australis Power y Cheniere Energy, junto a las chilenas Andes Mining Energy y Gasoducto Innergy (Cheniere es además dueña del terminal que desde Estados Unidos exportaría el gas de esquisto hacia Chile). El proyecto fue ingresado en abril de 2013 a evaluación ambiental, pero retirado en noviembre. Posteriormente, con pequeñas modificaciones, entre ellas el nombre, fue reingresado a evaluación ambiental este año, proceso que se encuentra en curso.
La otra teoría sobre el origen del nombre dice que el proyecto, que todavía se conoce como Octopus, llevaría ese nombre por ser sólo “la primera patita”, ya que las instalaciones quedarían “abiertas a un sinfín de otras partes que se pueden complementar a la infraestructura de Octopus”.
Nos lo dice Javier Inostroza, trabajador social de 23 años, oriundo de Talcahuano y miembro de la Coordinadora Chorera de esa localidad, uno de los grupos que se han movilizado en contra del proyecto anunciado el año 2012 junto a la Coordinadora Penco-Lirquén, la Coordinadora Comunal de Tomé y el Comité Bulnes sin Termoeléctricas.
Según el dirigente de Talcahuano los primeros en organizarse fueron los principales afectados, Penco y Bulnes, a los que se sumaron los de Tomé y otros, para culminar en la “histórica” marcha intercomunal del 2 de septiembre de 2013 en Concepción, con personas de toda la región.
“Fuimos a la marcha y dijimos: ¡Algo tenemos que hacer!”, recuerda Inostroza, quien agrega que se conformaron a raíz del proyecto Octopus, pero que ya están “ampliando el rango de lo que hacemos”. Para Javier es grave el daño que implicaría colocar otra industria cerca de Talcahuano, que “fue una de las zonas más contaminadas del mundo. Al intervenir el sistema marítimo, de inmediato se genera un daño. La temperatura del agua cambiará. En teoría, sólo se manejan con supuestos”, agrega.
“Dan la información como verdadera, pero eso no se ha probado. No podemos decir que existe otro lugar donde pasó esto y no sucedió nada, como suele pasar con los proyectos industriales.
Los estudios pueden ser muy bien hechos, pero en la práctica es diferente”, sostiene Inostroza. Menciona los enormes impactos que podría tener el terminal de regasificación flotante, ubicado frente a las playas de Penco, en la industria gastronómica de esa localidad y en la actividad pesquera, que debe interrumpirse cada vez que se acerque uno de los enormes barcos cargados de gas.
No están solos los choreros. Están también las diversas coordinadoras zonales y los grupos que han expresado preocupación por el proyecto energético cuyos tentáculos se extenderían a través de la Octava Región.
Curiosamente, en una reciente manifestación participaron miembros del grupo Krishna, junto a mapuches, pescadores y estudiantes, rememorando las alianzas amplias, como la de los vaqueros e indígenas que se formaron en EE.UU. y Canadá para oponerse al oleoducto Keystone.
Sin embargo, la Coordinadora Chorera sigue intentando aumentar el apoyo, manteniendo conversaciones con los portuarios de la zona: “Es uno de los desafíos para los movimientos sociales. Hay relación con los portuarios. Queremos saber la opinión de ellos y si les han informado (de Octopus)”, dice Javier Inostroza, quien añade la visión de lo que puede pasar a futuro: “Lo que estamos haciendo no termina con la aprobación o rechazo del proyecto, esto va más allá. Es dejar un antecedente de que las personas se están moviendo por generar una soberanía territorial. Ese, yo creo, es el horizonte. Que empezemos nosotros como pobladores, como habitantes de acá, a ser parte de las decisiones. Este desafío socioambiental va más allá de un proyecto, tiene por fin recuperar estos espacios que por años se han dejado a la mano del diablo”, termina recalcando con certeza.

El infierno del fracking mp4

Bancarrota, las causas de la crisis española


El documental explica en 56 minutos, de un modo integral, la crisis económica que padece España desde el año 2008 y cuenta con la participación de catedráticos de la talla de Carlos Rodríguez Braun y Amando de Miguel; de economistas como Daniel Lacalle y de otras personalidades de reconocido prestigio.

El desempleo mundial aumentará durante los próximos años. Está lejos el fin de la crisis

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La escasez de empleos es un problema que demanda soluciones inmediatas, pues los índices de paro y trabajo vulnerable muestran lo lejos que está el fin de la crisis.
Recientes publicaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestran que 2014 cerró con 201,3 millones de personas desocupadas, lo que representa 1,2 millones más que el año anterior y 31 millones más que en 2007.
La misma institución prevé que en los próximos 12 meses tres millones de personas se sumen a las filas de los desocupados y aumenten hasta ocho millones en el venidero cuatrienio. Desde el comienzo de la crisis en 2008 han desaparecido 61 millones de puestos de trabajo, y tendrán que cambiar mucho las cosas para impedir que esta cifra ascienda a 80 millones en 2019, que es el veredicto de la OIT.
En este contexto, si todos los desempleados juntos formaran un estado, serían el quinto país más poblado del orbe, alertó en octubre pasado la directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
Para corregir esta situación será preciso crear 277 millones de empleos en un plazo de cuatro años, precisa la OIT.
Los cálculos del Banco Mundial, por su parte, indican que para que la creciente población del planeta acceda al mercado laboral, deben abrirse globalmente 600 millones de puestos antes de 2030.
Dentro de ese preocupante panorama, el desempleo en el sector juvenil es una de las tendencias que se ha mantenido e incrementado los últimos cinco años.
Ese problema es común a todas las regiones, a pesar de afectar con más crudeza a países con economías deprimidas, pasando por alto el nivel de educación, lo que fomenta el malestar social.
En 2014, cerca de 74 millones de personas de entre 15 y 24 años buscaron trabajo, tasa que, según Naciones Unidas, casi triplicaba a la de los adultos y representó aproximadamente el 40 por ciento del total de parados.
La misma entidad corroboró que globalmente el 60 por ciento de ese grupo esta desvinculado de los estudios y del trabajo.
El panorama se ve aún más agravado por la cantidad de menores de 25 años que se encuentran en puestos de baja calidad y mal remunerados, con contratos discontinuos e inseguros.
La OIT prevé que la incidencia del empleo vulnerable se mantenga constante en términos generales en torno al 45 por ciento del empleo total durante los próximos dos años.
El número de trabajadores con oficios precarios en el orbe aumentó en 27 millones desde 2012, y actualmente se monta en mil 440 millones, indica la misma fuente.
África subsahariana y Asia meridional registran más de la mitad del empleo inseguro en el mundo, donde tres de cada cuatro trabajadores es afectado por esa condición.
En medio de la complicada situación económica global, la comunidad internacional tiene el desafío de disminuir los niveles de paro y subempleo hasta los valores previos a la crisis económica de hace cinco años.
A la hora de plantear soluciones, la OIT aboga por impulsar la demanda agregada y la inversión corporativa mediante políticas laborales, de ingresos, empresariales y sociales.
La misma entidad afirma que es necesario afrontar con convicción las deficiencias de la zona del euro, y las crecientes desigualdades deben abordarse con políticas del mercado de trabajo y fiscales bien diseñadas.
A pesar de que no existe una solución “única” a estos problemas, sí impera el consenso por establecer en cada país reformas laborales inclusivas que promuevan la participación, la superación personal y la seguridad de los trabajos.
Fuente: Agencias

Economía mundial se avecina una gran crisis para el 2015, Realidad.


1984 – George Orwell



1984 es la Anti-utopía o distopía más célebre de todas cuantas fueron escritas durante la primera mitad del siglo XX.
Ahora bien, ¿qué es una distopía? Antes de proseguir con la exposición hemos de hacer un paréntesis y definir el término.
También conocida como antiutopía, una distopía es lo opuesto a una utopía. Esta definición, facilona si se quiere, sólo puede ser entendida si definimos utopía. Tomo prestadas ambas definiciones de la obra colectiva Las cien mejores novelas de ciencia ficción del siglo XX, coordinada por Julián Díez:
Utopía. Obra que describe un futuro estado feliz de la humanidad, en el que cada persona tiene satisfechas sus necesidades y existe un gobierno benévolo que provee de todo lo necesario (o bien el gobierno ha desaparecido absolutamente, tras resultar innecesario). El nombre procede de la obra homónima de Tomás Moro (que viene del griego u topos, ningún lugar).”
Distopía. Por contraposición a «utopía», obra en la que se describe una sociedad opresiva y cerrada sobre sí misma, generalmente bajo el control de un gobierno autoritario, pero que es presentada a los ciudadanos de a pie como una utopía.”
En resumen: la utopía es el mejor de los mundos, la libertad definitiva y absoluta, el sueño de todo ciudadano hecho realidad. La distopía es el peor de los mundos, la sumisión definitiva y absoluta, el sueño de todo gobernante hecho realidad, y será tanto más efectiva cuanto mayor grado de satisfacción produzca en el ciudadano. Es lo que Sam J. Lundwall define en su Historia de la ciencia ficción como “la pesadilla con aire acondicionado”.
1984 nos presenta, como ya hemos explicado, una distopía. En ella, el mundo está dividido en tres grandes superpotencias: Oceanía, Eurasia y Asia Oriental. La primera de ellas comprende América, Australia, Gran Bretaña y el sur de África. Eurasia es el resultado de la absorción de Europa por parte de la Unión Soviética. Asia Oriental comprende China, Japón e Indochina. El resto del planeta padece una guerra interminable que enfrenta a las tres potencias, en un cambiable ir y venir de alianzas y quebrantamientos de alianzas. Al iniciarse la novela, Oceanía está en guerra con Eurasia, siempre ha estado en guerra con Eurasia, y está aliada con Asia Oriental.
Winston Smith es un funcionario del Departamento de Registro del Ministerio de la Verdad, que irónicamente es el organismo encargado de falsear la realidad y manipular la opinión pública. Es un cuadro inferior del todopoderoso Partido, muy lejos del nivel de vida alcanzado por los miembros del Partido Interior (la auténtica élite de la sociedad, cuya cúspide es el todopoderoso Gran Hermano) y muy por encima de las privaciones de los proles, la clase inferior. Winston Smith es, pues, un representante de la llamémosle clase media de uno de los Estados más represores que ha presentado la literatura.
Pero Winston tiene dudas. Un incidente aislado, ocurrido años antes, le hace sospechar que el Partido manipula la realidad hasta extremos inauditos. Por error, cayó en sus manos un documento que demostraba que tres disidentes políticos caídos en desgracia (Jones, Aaronson y Rutherford), a quienes él mismo había visto en una ocasión, habían sido considerados héroes del Partido para, a continuación, desaparecer de cualquier fuente documental como si nunca hubiesen existido. El trabajo de Winston consiste precisamente en eso: en alterar la prensa de tal manera que las noticias que incomodan al Partido sean sustituidas por otras que se adecuen a la verdad oficial. Al desaparecer de la prensa y de cualquier otro medio de comunicación, se puede decir que estas noticias nunca han existido. De manera análoga, las personas caídas en desgracia a los ojos del Partido dejan de existir a los ojos del mundo. Más aún: nunca han existido. Son no-personas.
Oceanía puede estar en guerra con Asia Oriental, más aún: Oceanía siempre ha estado en guerra con Asia Oriental; pero si el Partido dice que Oceanía está en guerra con Eurasia, habrá que creer al Partido: Oceanía está en guerra con Eurasia; más aún, Oceanía siempre ha estado en guerra con Eurasia. La facultad de cambiar de idea al compás de las consignas del Partido se conoce como doblepensar. Un objeto blanco puede ser negro si el Partido dice que es negro, y la tarea del buen miembro del Partido (y, por ende, del buen doblepensador) estriba en adquirir la habilidad mental necesaria para convencerse a sí mismo de cuándo un objeto blanco es negro.
La capacidad del doblepensar de generar paradojas se manifiesta en la nomenclatura de los órganos gubernamentales: el Ministerio de la Verdad se encarga de manipular la mente de los ciudadanos; el Ministerio de la Abundancia gestiona los cada vez más escasos recursos alimenticios y de materias primas; el Ministerio de la Paz es el que moviliza tropas; y el Ministerio del Amor es el encargado de ejercer la coerción física y mental sobre la población.
El doblepensar es sólo un estado mental conducente a afianzar una concepción inmutable de la Historia; una herramienta intelectual, en resumen, que encuentra su plasmación en laneolengua, un lenguaje artificial creado por el Partido y que modelará la mentalidad de los súbditos del Gran Hermano. El lenguaje determina la estructura del pensamiento humano. Al prescindir de determinadas palabras, se prescinde de su concepto. De este modo, el Partido puede controlar y uniformar con mayor facilidad los pensamientos de sus miembros, para así evitar el mayor de los delitos concebibles en la sociedad de Oceanía (y, suponemos, de las otras dos potencias): el crimental, o crimen mental. El delito de pensamiento opuesto al doblepensar y las directivas del Partido (o Ingsoc, Socialismo Inglés).
Un ciudadano puede tener una conducta irreprochable, ser un miembro modélico del Partido, cantar todas sus consignas y dominar la neolengua; pero, si en su fuero interno no está convencido de la verdad del Ingsoc y esquiva con pericia la tupida red de delaciones en que se sustenta la sociedad oceánica (desde la Policía del Pensamiento hasta tus propios hijos), tarde o temprano se delatará a sí mismo mediante el crimental. Un hecho, un indicio, un pensamiento a destiempo, un lapsus linguae o incluso una frase murmurada entre sueños bastarán para acabar con esa persona. Y ese “acabar con esa persona” funciona tanto en el sentido individual (será vaporizado) como en el colectivo (al ser una nopersona, nunca habrá existido; nada demostrará que ha existido; nadie lo recordará).
La primera manifestación de sumisión al partido es el acatamiento de sus tres grandes eslóganes:
La guerra es la paz.
La libertad es la esclavitud.
La ignorancia es la fuerza.
Estas tres consignas constituyen el resumen del pensamiento del Ingsoc, son todo lo que un buen miembro del Partido necesita saber para ser un ciudadano de comportamiento correcto. La única manera de alcanzar la paz es mantenerse en estado de guerra contra las otras dos potencias, pues tarde o temprano Oceanía habrá de triunfar. La sumisión al Partido es la única manera de mantener un prurito de libertad; en caso contrario, mueres, dejas de existir. El falseamiento de la realidad es la base del sistema: creer las mentiras impuestas nos hará fuertes para mantenernos dentro del juego propuesto por el Partido; cuanto más ignorantes seamos, menos riesgo de descubrir incoherencias, menos posibilidades de caer en el crimental.

En pocas palabras, 1984 es una clara y completa alegoría de lo que pretende la élite al querer implementar su Nuevo, Viejo Orden Mundial.

Fuente: periodismo alternativo

viernes, 30 de enero de 2015

ISIS y la Tercera guerra mundial



Ni siquiera la misma elite sabe con exactitud como van a desarrollar la denominada, tercera guerra mundial. Lo unico que tienen claro es que tienen que enfrentar al mundo musulman y al Sionismo, asi que esta seria la hipotesis de como se efectuaria una guerra mundial con el actual conflicto de medio oriente y el estado islamico ISIS.