martes, 3 de mayo de 2016

FUMIGADOS COMO MOSCAS



“El control químico de la sociedad, hará que el rebaño coma de la mano de su dueño, sin percibir que va a la matanza”
(Aldous Huxley)

INTRODUCCIÓN 

El que nuestros cielos estén siendo fumigados a diario, por aviones sin identificar y con fines desconocidos y partiendo del desconocimiento de este “fenómeno” por la mayor parte de la población, comprenderemos la urgente necesidad de abordar, uno de los secretos, a voces, mejor guardados de nuestro tiempo. 

Típico argumento de los que ni fuerzan las cervicales para
mirar hacie el cielo ni fuerzan las neuronas para entender
lo que está pasando (dado que los gobiernos nunca harían nada
que fuera contra la salud de los ciudadanos, ¿verdad?)
Por la trascendencia de su gravedad, por las implicaciones que encierra, por las especulaciones que justificarían el “bombardeo” masivo marcado por estelas químicas con que dibujan nuestros cielos, y por el silencio oficial con el que encubren esta realidad, he acometido la elaboración de este documento, con la única finalidad de aportar un poco de luz. 

PRIMERA PARTE: DESCUBRIENDO LAS ESTELAS 

Lo que voy a contarte a continuación, es rigurosamente cierto, aunque si nunca hubieras oído anteriormente hablar de ello, pueda sonarte a ciencia ficción. 

Voy a hablarte, de las “estelas químicas” o chemtrails, un inquietante fenómeno de carácter global que viene observándose en los cielos de nuestro mundo desde 1.995. 

Un fenómeno que cualquiera de nosotros podemos verificar, preferentemente en horas diurnas y a la caída del Sol, sin necesidad de sofisticados aparatos ópticos, y sin tener que desplazarte a ningún lugar especial, bastando con que observes el cielo en el mismo entorno donde desarrollas habitualmente tu vida, sea en el campo o en la ciudad. 

Argumento tonto nº 2: las estelas solo se producen en ciertas
condiciones climatológicas. En la foto dichas condiciones so-
lo afectan al avión señalado con la flecha roja, no al que vue-
la junto a él. ¿Lógico, no? De premio para el que repita el ar-
gumento, un cerebro a estrenar.
Confieso que, la primera vez que me hablaron de esto, me sonó muy raro, incluso a broma, lo mismo que podría estar pasándote ahora a ti, por eso te sugiero que leas atentamente este documento y luego observes, con atención, lo que en él voy a tratar de indicarte, pues no estamos ante una cuestión de fe, sino ante evidencias perfectamente verificables. 

Todo comenzó una veraniega tarde del año 2009, cuando fui invitado a observar, en el firmamento, unas líneas rectas de color blanquecino que, en ocasiones, aparecían entrecruzadas y, en otras en paralelo, observación que me sorprendió.

Tras sucesivas observaciones, constaté que, quién “dibujaba” aquellas líneas en el cielo, eran aviones que, aparentemente, no parecían tener nada de especiales, una primera impresión, que estaba muy lejos de ser cierta. 

A partir de ese momento, comencé a fijarme en las características de las diferentes estelas que iban dejando tras de sí, aprendiendo pronto a discernir, entre las habituales estelas de condensación dejadas por los aviones regulares, y las llamadas “estelas químicas”, cuyas rastros en los cielos, nada tienen que ver con las anteriores. 


SEGUNDA PARTE: ESTELAS DE CONDENSACIÓN Y ESTELAS QUÍMICAS 

Las estelas de condensación, son finas e inocuas líneas de color blanco, formadas como consecuencia del contraste entre la temperatura de los gases que emanan del avión, y la temperatura de la atmósfera, y que, a larga distancia, visualizamos como rastros cortos que se difuminan progresivamente, y que no superan en más de 20 veces la longitud de unos aviones que, además, no están autorizados a volar por debajo de los 8.000 metros de altura (normalmente aviones “a reacción”). 

Por el contrario, las “estelas químicas”, son marcas multiformes, generalmente en forma de líneas, que tras abrirse y extenderse a lo ancho, persisten durante muchos minutos, hasta teñir el limpio azul del Cielo, en un sucio y feo blanco plomizo, hasta hacer desaparecer su color celeste. 

Además, las estelas de “condensación” son siempre rectas y en una sola dirección, lo que explica que el trazado de los “dibujos” multi direccionales que, tantas veces aparecen en los cielos, no puedan ser imputados a esos aviones “regulares”, ya que las leyes de la navegación aérea limitan el número de aviones que pueden sobrevolar una misma porción del espacio aéreo en un espacio de tiempo tan corto. 

Por lo tanto, esos “dibujos” con los que vemos “pintados” nuestros cielos, son atribuibles a uno o varios “misteriosos” aviones que, volando muy bajo, para asegurar la concentración de los materiales dispersados, “peinan” simultáneamente nuestros cielos, siendo algunos de ellos detectados por los radares convencionales, mientras que otros no lo son. 

Maniobras con las que no respetan las distancias mínimas exigibles por las leyes de la navegación aérea, como la de que tengan que mediar distancias de 300 metros en vertical y, un mínimo, de 9 kilómetros, en paralelo, actuaciones que confieren a la atmósfera, una rara sensación de neblina antinatural, fácilmente observable. 

En este sentido, he sido testigo de estallidos multicolor tipo “arco iris”, que recuerdan a las auroras boreales, consecuencia de la entrada en contacto con la luz solar de metales cristalizados que esparcen las estelas en la atmósfera. 

Pero, ¿qué son estos “misteriosos aviones”? Según el Observatorio de Geoingeniería de España, serían aeronaves militares, acondicionados, al efecto, modelo comercial Mc Donnell Douglas KC-10, sin distintivos ni colores, fabricado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, aunque, otras fuentes, sostienen que se tratarían de otros modelos, como los boeing 747 o el “Hércules” sin ventanas, reconvertidos para camuflar su verdadera naturaleza, evitando así despertar sospechas, lo que parece avalar la tesis de que, según la zona del mundo de que se trate, los modelos utilizados podrían ser diferentes. 

¿Cuáles serían las bases de despegue y aterrizaje de estas aeronaves fumigadoras en territorio español? Según fuentes altamente cualificadas, los aeropuertos militares de Manises, Torrejón de Ardoz, Jerez de la Frontera y San Javier, podrían ser el origen desde los que estos aviones, (supuestamente aprovisionados de noche por camiones de color blanco, y protegidos por escoltas camufladas), cargarían sus arsenales químicos, para dispersarlos, más tarde, sobre nuestra atmósfera, sin descartar la hipótesis, que cada día gana más adeptos, de que los aviones fumigadores no serían sino drones. 

Según fuentes científicas de reconocidos laboratorios internacionales, estas estelas, que algunos conocen como “ vertidos de la muerte”, estarían integradas por componentes químicos altamente perjudiciales para la biodiversidad (como el óxido de aluminio, sustancia altamente tóxica que no desaparece una vez esparcida, sino que se concentra y acumula, provocando gravísimos e irreversibles daños a todas las formas de vida conocidas). 

Lo mismo sucede con otras sustancias como los óxidos de titanio, sales de bario, silicio, estroncio y fibras de polietileno, o la diatomina (producto que China, ya ha reconocido estar utilizando para impedir las precipitaciones), 

El esparcimiento de estas partículas tóxicas sobre la atmósfera está teniendo lugar, principalmente, sobre grandes núcleos de población, aunque también, sobre superficies forestales, ríos y campos. 

La dispersión en la atmósfera de estas partículas, constituye una desconcertante realidad y uno de los “secretos” oficialmente mejor guardados de nuestro tiempo, máxime teniendo en cuenta que, en un momento en el que la desclasificación de documentos es una práctica común, los “chemtrails”, por el contrario, continúan siendo un enigma sin desvelar, aunque algunas instituciones, como el Parlamento alemán, se hayan visto obligados a admitir estar haciéndolo, con el fin de “proteger al Planeta de las radiaciones solares”. 

En esa misma dirección, tampoco los medios de comunicación se refieren a ellos, como no sea para ridiculizar el fenómeno y, de paso, a través de sus secciones meteorológicas, desinformar, calificando a quiénes denunciamos la existencia de esta realidad de “conspiranoicos”, cuando no de paranoicos, aunque haya grupos de meteorólogos organizados que estén denunciando, sin ningún rodeo, lo que está pasando en nuestros cielos. https://yanomiramoselcielo.wordpress.com/2015/02/16/meteorologos-espanoles-denuncian-ante-la-ue-que-espana-esta-siendo-fumigada-chemtrails-por-aviones-para-cambiar-el-clima/ 

Por su parte, la clase política, continúa ignorando o negando su realidad, como así ocurrió el 17 de diciembre de 2007 por parte del Alto Comisionado del Medio Ambiente de la Comunidad Europea a preguntas del euro diputado belga Erik Meijer, aunque, también es cierto que, el ex primer ministro italiano Antonio Di Prietro, admitió públicamente, que los “chemtrails” estaban relacionados directamente con las bases que la OTAN tenía establecidas en Italia, sin olvidar la denuncia de este “fenómeno”, recientemente, en el Parlamento Europeo por parte de la experta en la materia Josefina Fraile, cuyos dos vídeos adjunto al final de esta reflexión. 


(Fuente: http://laventanaesmeraldaart.blogspot.com.es/)









TERCERA PARTE: HIPOTESIS DEL FENÓMENO 

Llegados a este punto, ha llegado el momento de plantearse cuáles serían las diferentes hipótesis que explicarían la existencia de este fenómeno.

La que cuenta con mayor aceptación, sostiene que el objetivo pretendido, sería la modificación del clima y del tiempo meteorológico, para lo que se estaría creando una pantalla de protección frente a las radiaciones solares, dentro de una compleja operación secreta, de bioingeniería militar, aunque estas prácticas, estén prohibidas internacionalmente desde 1977.



Hay una segunda hipótesis según la cual, se trataría de una experimentación biológica a gran escala, cuyo objetivo sería provocar un cambio obligado en las formas naturales de producción agrícolas y, en consecuencia, en los hábitos de consumo de los seres humanos y de numerosas especies animales.  

Una tercera teoría abogaría por un presunto plan eugenésico con el que diezmar la población, que encontraría, en la fumigación tóxica, una de sus armas más rápidas, silenciosas y efectivas de propagación de enfermedades, y cuyo principal beneficiario (producto del progresivo debilitamiento de los sistemas inmunológicos de los seres humanos) serían las multinacionales farmacéuticas,

Pero la hipótesis más inquietante, por estar avalada por las investigaciones científicas más recientes, es la de que se trataría de una compleja operación de nanotecnología, cuya finalidad sería implantar, dentro del organismo humano, a través de los poros de la piel y de la respiración..., sensores microscópicos “más finos que un cabello”, para controlar la población a distancia, hipótesis que ha trascendido públicamente, tras la desclasificación parcial del proyecto de los servicios secretos aeronáuticos norteamericanos “El Tiempo es una fuerza múltiple”, un plan a largo plazo, que no estaría concluido hasta el año 2025.

Aquellos finísimos micro tubulos, fruto de ingeniería genética, una vez penetraran por los poros de la piel, tendrían la capacidad de auto reproducirse en el interior del organismo, actuando como balizas de seguimiento, (según la investigadora Loretta Polgrassi), facilitando todo tipo de datos, que se recogerían en un ordenador central, ubicado en un satélite espacial, posibilitando así, un control total de todo organismo viviente.

Y, finalmente, estaría la hipótesis de la “terra formación”, consistente en que se estaría creando, artificialmente, un cambio en las condiciones de vida del Planeta, para adaptarlo a nuevas y próximas condiciones de supervivencia. 

CUARTA PARTE: EFECTOS QUE PROVOCA 

Veamos ahora algunos de los efectos más importantes que están provocando la dispersión masiva de estas partículas nocivas: 

El primer efecto, sería la contaminación del medio ambiente, a través de minúsculos trozos de plástico o fibras de vidrio, principalmente de aluminio tanto en la lluvia, como en el agua de los ríos, plantas y masas forestales (con incendios de dimensiones jamás vistos hasta ahora) o el cabello de los humanos. 

Un segundo efecto, sería la enorme modificación que están experimentando nuestros suelos de cultivo, ya que la acidez ha aumentando más de diez veces por encima de lo admisible, en puntos concretos del planeta, repercutiendo en los humanos a través de los alimentos, el agua y la ionización del aire 

Una tercera consecuencia, serían las enfermedades directamente relacionadas con este “fenómeno”, especialmente el conocido como “síndrome de Morgellons” (descubierto por la doctora norteamericana Hildegarde Stanninger), enfermedad psico somática reconocida por la OMS, síndrome referido al “polvo inteligente” que el Pentágono denominó “tecnología estratégica del nuevo milenio”, y que se manifiesta en forma de sarpullidos en la piel .tras la inhalación de miles de sensores microscópicos creados artificialmente, nano fibras encontradas en la piel, cuya relación con los chemtrails ha sido sostenida ya por algún científico y que varios millones de personas en todo el mundo, podrían estar portando ya sin el menor conocimiento. 

Para ahondar aún más en la dimensión de este enigma, me referiré, a continuación, a esas formas esféricas filmadas junto a los aviones que dispersan esas sustancias, y que son conocidas con el nombre de “caneplas”. ¿Pero qué son estas formas esféricas? 

Por un lado, algunos investigadores sostienen que, dichas esferas, marcarían el paso a seguir por los aviones a los que acompañan, mientras que otros especialistas, sostienen, por el contrario que, aunque todavía no se conoce el origen de estas formas geométricas, de lo que no hay duda es de que se tratarían de una serie de artefactos cuya finalidad sería la destrucción de los vertidos químicos dispersados por aquellos. 

QUINTA PARTE: CONCLUSIONES 

¿A quién se le ha podido ocurrir un plan tan maquiavélico? 

La respuesta podría ser, que los mismos que llevan siglos haciéndote creer que eliges libremente a tus representantes, que provocan las guerras, que envenenan lo que comemos y el aire que respiramos, que nos intoxican con sus medicinas, y que condicionan tu vida de deudor en base a un dinero que ni siquiera existe. 

¿O es que, acaso, alguien, en su sano juicio, puede creerse que los políticos de cualquier país del mundo afirmen no saber nada de este fenómeno cuando no se atrevan a negarlo? Lo cierto es que estamos amordazados por la mano oculta de grandes corporaciones que han creado una “legalidad clandestina”, en la que nadie se atreve a cuestionar lo que parece estar autorizado. 

Pero, ¿qué están haciendo con nosotros? 

Lo que parece claro es que, sea lo que sea, no parece nada bueno y si no ¿por qué tanto secretismo? ¿Qué podría haber de cierto en el presunto acuerdo secreto de los gobiernos del mundo, con un tercero en la sombra, con objetivos que jamás se han dado a conocer? 

Llegados a este punto, hay que reseñar que, aunque oficialmente se hayan encargado de desprestigiar este fenómeno tildándolo de “leyenda urbana”, su evidencia es ya tan incuestionable que, o bien este asunto se les ha ido de las manos (algo bastante improbable), o bien están interesados en que, cada vez, seamos más los habitantes del Planeta que vayamos “familiarizándonos” con esta inquietante realidad. 

En este sentido, se calcula que sólo en torno al 10 % de la población mundial, es consciente de la realidad de este fenómeno, mientras el resto, ni siquiera imagina lo que se podría estar haciendo con ellos (al respecto, el primer Congreso Internacional sobre “chemtrails” se celebró en Bélgica el 29 de mayo de 2010). 

Después de haberte aportado estos pocos, pero creo que esclarecedores datos, te rogaría solamente una cosa: no te creas, si no quieres, nada de lo que te he contado pero, a cambio, deja a un lado tu indiferencia y, cuando salgas a la calle, un día soleado cualquiera, o en el atardecer de una tarde limpia de nubes, observa al Cielo y, posiblemente, los verás; y si no fuera así, no te preocupes demasiado, e inténtalo varias veces más, te aseguro que no te será difícil visualizarlos. 


Tenemos una labor por delante consistente en dar a conocer al máximo número de personas posibles, y por todos los medios a nuestro alcance, la conspiración a la que estamos siendo sometidos, poniendo a disposición de nuestros interlocutores, todas las evidencias de que tengamos noticia, con el fin de que comprueben, ellos mismos, la veracidad de los datos que les aportamos. 

A partir de ese momento, has adquirido una gran responsabilidad, porque ahora ya sabes lo que está sucediendo, de manera que de ti dependerá que circule esta información, única manera que tenemos para exigir que nos expliquen lo que ya no pueden ocultar. 

De ti depende que podamos detener esto.


(Fuente: http://laventanaesmeraldaart.blogspot.com.es/)



Fuente: Astillas de realidad/loquevenlosojos

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