jueves, 18 de mayo de 2017

VENEZUELA AL BORDE DE LA GUERRA CIVIL Y UNA POSIBLE INTERVENCIÓN MILITAR EXTERNA



La situación parece que se complica por momentos en Venezuela, y empiezan a verse indicios de que el conflicto podría implicar a los estados vecinos.

Para empezar, mediante un decreto publicado en la Gaceta Oficial número 2.849, el presidente Nicolás Maduro ha prolongó el estado de excepción y emergencia en Venezuela por 60 días.
Según el texto oficial, la medida se tomó porque se mantiene “el asedio contra la recuperación de la economía venezolana” y la “actitud hostil” de la oposición venezolana.
La decisión tiene su sustento en el artículo 236 de la Constitución, que faculta al presidente para declarar el estado de excepción. El decreto tendrá una vigencia de 60 días, a partir del 13 de mayo, y puede prorrogarse por el mismo plazo.
Oficialmente, el decreto establece la facultad del Ejecutivo para adoptar “medidas urgentes, contundentes, excepcionales y necesarias para asegurar a la población sus derechos, preservar el orden interno, el acceso oportuno a bienes, servicios, alimentos, medicinas, y otros productos y servicios”.
Maduro podrá implementar políticas en materia bancaria, financiera, alimentaria, tributaria, de gestión pública y planificación.
Tras seis semanas de protestas en Venezuela contra el gobierno de Maduro, a martes 16 de mayo, el número de fallecidos ya se había elevado a 42, de ambos bandos, aunque en su mayoría, de la oposición anti gubernamental.
Sin embargo, lo más alarmante es que tras prolongar el estado de excepción, Maduro ha ordenado la militarización de la zona fronteriza con Colombia.
Esta decisión ha sido adoptada tras las violentas manifestaciones que se han producido en esa región en los últimos días.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, ha denunciado que el estado occidental de Táchira ha sufrido en los últimos días varios saqueos y ataques contras las instalaciones de la Policía y el Ejército.
Por esta razón, el ministro ha ordenado “el traslado de 2.000 guardias y 600 tropas de operaciones especiales”, según una declaración transmitida por la emisora estatal VTV.
Padrino López ha destacado que esta decisión se ha tomado tras una disposición emitida por el presidente del país, Nicolás Maduro.
El ministro de Defensa denunció que existe “un plan violento de desestabilización” con el fin de derrocar al “Gobierno legítimamente constituido”.
Aseguró que este plan se ha visto reflejado en “una estrategia” que incluye el desabastecimiento nacional “de los alimentos, medicinas, combustible, gas” y otros insumos básicos.
Además, las autoridades venezolanas han detenido a presuntos paramilitares colombianos infiltrados en las protestas callejeras.
Según ha informado el ministro del Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, seis presuntos paramilitares colombianos fueron detenidos en el estado venezolano de Táchira, con uniformes de la Policía Nacional.
El ministro acusó a los detenidos de actuar como infiltrados en las manifestaciones opositoras para generar violencia.
El funcionario venezolano informó que 11 locales comerciales del estado Táchira fueron saqueados y al menos nueve sedes de la Policía y de la Guardia Nacional fueron blanco de ataques en manifestaciones realizadas el 16 de mayo.
Mientras se desarrollan todos estos acontecimientos, el Gobierno de Brasil está elaborando un plan para recibir a refugiados venezolanos en caso de que se agrave el conflicto entre el oficialismo y la oposición en el país vecino, según aseguró el ministro de Defensa brasileño, Raul Jungmann.
El ministro no quiso especificar de qué se trata lo que calificó de “plan de contingencia”, pero resaltó que el proyecto tiene tanto que ver con los refugiados venezolanos como con la integridad y seguridad de los brasileños que viven en el país caribeño.
En Brasil el estado fronterizo de Roraima (noroeste) es el que está recibiendo mayor número de ciudadanos venezolanos en los últimos meses; más de 30.000 según el Gobierno de ese estado.
El pasado mes de diciembre se decretó la situación de emergencia en la salud pública en ciudades como Pacaraima y Boa Vista debido al colapso en hospitales y ambulatorios causados por el alto flujo migratorio.
Además de Roraima también la ciudad de Manaos (capital del estado de Amazonas, noroeste) está registrando problemas a la hora de acoger a los refugiados venezolanos y las autoridades exigen ayuda urgente del Gobierno Federal.
En este caso se trata de indígenas venezolanos de la etnia Warao que viven en situación de indigencia en las calles de la ciudad.
El Ejecutivo brasileño, en manos del conservador Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) es uno de los gobiernos latinoamericanos que se mostraron más críticos con la manera en que el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, está gestionando la crisis política en ese país.
Mientrastanto, varios analistas han denunciado que tras la situación de Venezuela, se encontrarían los EEUU.
El periodista venezolano Eleazar Díaz Rangel reveló detalles del presunto informe que el almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur, envió a la Comisión de Servicios Armados del Senado estadounidense.
Según Díaz Rangel, EEUU estaría colaborando estrechamente con la coalición opositora venezolana para derrocar al gobierno de Maduro, combinando acciones callejeras, con un empleo dosificado de la violencia armada bajo un enfoque de cerco y asfixia contra el gobierno bolivariano.
No obstante, Díaz Rangel considera que EEUU no se arriesgará a una intervención militar directa en Venezuela y apuesta por una intervención multilateral en Venezuela, lo que justificaría las recientes conversaciones de Donald Trump con los presidentes de Argentina, Paraguay y Colombia.
Por su parte, el sociólogo James Petras, residente en Nueva York, sostiene que el Comando Sur de EEUU, se ocupa de crear las tensiones y espera un levantamiento militar en Venezuela, mientras apoyan a los actos violentos en las calles buscando agotar a las fuerzas policiales y militares.
James Petras
Petras precisa que el Comando Sur, uno de los nueve comandos militares de EEUU con base en el Estado de Florida, está forzando la máquina para provocar un golpe de Estado en Venezuela, que finalmente permita intervenir a Washington.
Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero en estos momentos, todo apunta a un levantamiento militar, o a una posible guerra civil en Venezuela, que contaría con la intervención externa de países de la zona aliados de EEUU, y finalmente, incluso la posible intervención del ejército norteamericano.

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